Hay dragones. Espido Freire
En otras ocasiones he hablado de ángeles músicos, de la capacidad del alma para elevarse hacia el infinito a través de la belleza y la música. Sin embargo, no son estos ángeles los únicos, ni los que más abundan en las representaciones artísticas tempranas: la Edad Media fue rica en historias e imágenes de los santos y ángeles guerreros en una sociedad que los necesitaba. El arcángel Miguel es el más conocido dentro de su jeraquía: un ángel enemigo declarado de Satanás, guardián de la Iglesia, Jefe de los Ejércitos de Dios, armado total o parcialmente, con una lanza o una espada en la mano. A sus pies, la mayoría de las veces, un ser repugnante, oscuro siempre, a veces con cuernos, otras con un rostro aborrecible, mitad humano mitad reptil: San Miguel es un protector, un recordatorio de que es importante protegerse y mantenerse alerta en la lucha contra el pecado. El apóstol Santiago el Mayor, el del campo de estrellas, el humilde peregrino del bastón y la concha de mar que se dirige p