Entradas

Mostrando entradas de junio, 2022

Pautas para el meditador. Pablo d'Ors

Imagen
 Si me dices que te has encontrado con Cristo, eso significará que todavía no eres Él.  Investiga realmente en quién eres. ¿Qué has sacado en limpio tras tanto tiempo meditando? Te has sentado, sí, pero ¿has peregrinado hacia algún sitio? No has dado ni un paso, reconócelo. Has jugado a meditar. Haces ver que meditas para engañarte y engañar a los demás. Te has sentado a la mesa, de acuerdo, pero no has probado bocado, de modo que te levantas tan hambriento como cuando antes de sentarte. ¿Piensas estar así muchos años más? ¿Por qué te afanas tanto en ser un buen chico y no dejas ya de una vez por todas todo eso, tan infantil? Eres un Cristo dormido, un Buda sin iluminar, es decir, un fraude. No basta que digas que tienes buena intención: de buenas intenciones están empedrados los caminos al infierno. El maestro japonés Dogen Zenji dijo: Estudiar la enseñanza del Buda es estudiar el yo. Pues bien, yo te digo: Estudiar la enseñanza del Cristo también es estudiar el yo. No basta que sepas

Ser eterno . Espido Freire

Imagen
Tengo la impresión de que en España se conoce poco y se lee menos a una de las filósofas más relevantes del siglo XX, la exquisita Edith Stein. Pese a su condición de Patrona de Europa y su extraordinaria biografía, que sin duda encontrarían un eco y una empatía que a veces es el camino hacia su estidio, en los numerosos centros de secundaria que visito, en los programas de animación a la lectura, nunca la he visto entre los referentes filosóficos o femeninos que se proponen como inspiración a los adolescentes. Ni nunca me la han mencionado. Puede considerarse que la hondura y la complejidad de su pensamiento no resulta accesible para esas edades. Sin embargo, dudo de que las mentes de Hannah Arendt, o María Zambrano, o que las contradicciones entre vida y obra de Simone de Beauvoir o Ayn Rand les resulten más sencillas. Y todas estas brillantes autoras carecen no solo del terrible fin de Edith Stein, asesinada en Auschwitz en 1942, y canonizada tras su martirio, sino que ahondan menos

Creyentes y no creyentes. Francesc Torralba

Imagen
 El diálogo entre creyentes y no creyentes tiene que ser sincero, abierto, respetuoso, sin pretensiones de superioridad por ninguna de las dos partes. La posición agnóstica de algunos filósofos y científicos merece todo respeto por parte del creyente, así como también la posición del creyente merece todo respeto por parte del no creyente. Hay muchos lugares de encuentro, muchos campos de intersección, compartimos deseos esenciales. Anhelamos un mundo en paz, una sociedad justa, un desarrollo sostenible, una extensión de los derechos para todos, una relación armónica con la tierra, la desaparición de las guerras, los genocidios, las crueldades y cualquier forma de violencia. Debemos identificar y examinar los prejuicios y malentendidos de cada una de las partes; reconocer profundamente los errores cometidos y avanzar en la búsqueda fundamentada de consensos. Es un malentendido afirmar, como hace Richard Dawkins, que para los creyentes “cuanto más desafíen las creencias a las evidencias,

UNA TRÍADA TEOLÓGICA. GIANFRANCO RAVASI

Imagen
 Durante siglos, la teología ha sido la reina de las disciplinas. Incluso el siglo pasado, caracterizado por el fenómeno de la secularización, alumbró personalidades teológicas de alto perfil como Barth, Bultmann, Bonhoeffer, Daniélou, De Lubac, Guardini, von Balthasar, Rahner, Congar, hasta llegar al propio Ratzinger y Moltmann. Mencionamos este último para proponer una tríada de personajes con el fin de que los lectores deseen adentrarse en este territorio que en nuestros días resulta poco atrayente. Aprovecharemos un aniversario: los 50 años de tres ensayos teológicos publicados en 1972. Empezaremos por el teólogo Jürgen Moltmann y su famosa Teología de la esperanza, en claro contraste con el Principio de la esperanza de Ernst Bloch y con los principales teólogos alemanes de la época. Como culminación necesaria de esta cristología escatológica regida por la esperanza elaboró El Dios crucificado motivado también por el escándalo de la Shoá. La fuente de la esperanza es la resurrecció